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Westergren dice que continuarán trabajando para lanzar una estación global. "Gracias por entender", dice Westergren.
Sin embargo, es difícil entender qué fue lo que obligó a estos portales independientes a dejar de transmitir su señal. El mensaje de advertencia comienza a reproducirse en diversos portales, entre ellos Live365, Accuradio y Last.fm.
Al aire El pasado 17 de abril, un panel de jueces de la Copyright Royalty Board de Estados Unidos negó un recurso de la National Public Radio (NPR) de reconsideración sobre el pago de regalías por el uso de canciones en internet.
Por lo anterior, a partir de junio se les cobrará a todos los proveedores de este servicio cierta cantidad por usar el trabajo de los artistas programados en sus estaciones virtuales. Esto es visto por algunos como un triunfo de la industria disquera en contra de la piratería. Por los usuarios de internet y creadores independientes es visto como una violación a sus derechos.
La realidad indica que las estaciones estadunidenses en línea tendrán que pagar 500 dólares al año por cada canal musical que tengan en funcionamiento. Además, 0.0008 dólares por reproducción, entendiendo por reproducción cada canción escuchada o la conexión de un escucha al canal. Es decir, por cada 10 mil reproducciones pagarán ocho dólares a la industria.
Esta estructura cambiará paulatinamente, principalmente en las tarifas, que aumentarán poco a poco hasta que las disqueras identifiquen el tope que satisfaga sus expectativas. "La radio por internet es rehén de un estándar discriminatorio que fue escrito dentro del estatuto federal desde hace varios años por la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos (RIIA, por sus siglas en inglés). Tenemos que unirnos y cambiar esta norma. Por supuesto que hay que beneficiar a los músicos por su trabajo, pero también hacer entender a las autoridades los beneficios de la transmisión gratuita", dice Westergren. Durante años se había evitado pagar regalías a las autoridades, por los acuerdos de la industria musical con los proveedores de las emisoras por internet.
Westergren considera que este cobro tasas es sólo el principio. "La estructura de tarifas adoptada por las autoridades ha sido la propuesta por SoundExchange, la organización encargada de recibir dichas tasas, quien desconoce los beneficios sociales de la radio libre", agrega el fundador de Pandora.
Por lo pronto, las estaciones suspenden su servicio fuera de EU, temen que los cobros que hará el gobierno a partir del próximo mes los lleve a la quiebra. Luchan por la libertad digital "La tecnología nos da la libertad de ser artistas, productores y creadores, así como escuchar, mirar y participar en cualquier cosa, cualquier lugar y en cualquier momento."
En resumen, ese es el argumento con el que lucha la organización civil estadunidense Digital Freedom para combatir las leyes estadunidenses que promueve la industria disquera para regular el intercambio de música en internet. Su campaña postula que las actuales leyes norteamericanas de copyright favorecen únicamente a grandes sellos discográficos y productoras de películas, en perjuicio de los usuarios.
En su óptica, el hacer respaldos de los discos compactos musicales, adquiridos legalmente, no debería considerarse delito.
Tampoco el descargar esas canciones en un reproductor musical digital, como el popular iPod. Al hablar de películas en DVD se cae en un modelo de uso aun más restringido. Descifrar el código de seguridad de un filme legalmente adquirido para descargarlo en la computadora y hacer una copia de respaldo, o pasarlo a un reproductor digital es considerado delito.
Porque hoy, aseguran los miembros de Digital Freedom, el uso justo está bajo un feroz ataque de la industria, que afirma que disfrutar sin su autorización un CD o un DVD infringe de alguna manera la propiedad de los derechos de autor. Así, se pregunta Digital Freedom, por qué no puede un estudiante utilizar el disco que compró en un almacén en un proyecto escolar.
¿O por qué no puede cualquier persona utilizar la canción que compró legalmente en un DVD con sus fotos familares? La respuesta, para esta organización sin fines de lucro, es simple: por la avaricia de la propia industria. Las disqueras, dice Digital Freedom, ve como enemigo a todo aquel que atente contra su "caduco" modelo de negocios.
"Ha llegado la hora de que consumidores, músicos y cineastas se unan y defiendan leyes de derechos de autor que les beneficien a ellos, y no exclusivamente a las grandes compañías discográficas y cinematográficas", dice Digital Freedom en su portal www.digitalfreedom. org
Y su voz se ha hecho oír por todo Estados Unidos, al grado de que organizaciones como la Consumer Electronics Association (CEA), Public Knowledge y The Electronic Frontier Foundation, ya forman parte de la coalición por la libertad digital.
"Durante demasiado tiempo las compañías de música y cine han ganado la batalla en el Congreso estadunidense, restringiendo lo que los consumidores pueden hacer con el contenido digital. En los últimos 40 años, la industria de contenidos ha tenido manga ancha. Ahora no sólo entran en juego las grandes compañías, sino también los consumidores", dijo Gary Shapiro, presidente de la CEA, organización que reúne a los principales fabricantes de electrónicos del mundo. "Si la gente no puede usar los medios digitales para expresarse, sin tener un big brother mirando por encima de su hombro, los beneficios de la revolución digital se habrán perdido", agregó Ed Black, presidente de Computer & Communications Industry Association.
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